Google Website Translator Gadget

Saturday, December 18, 2010

Santidad

NUESTRA COMUNIÓN CON DIOS
LA SANTIDAD
1).- ¿Que es la Santidad?
En primera instancia es un acto voluntario de Dios de apartar algo o a alguien para él, nosotros
tenemos el concepto que nos han enseñado nuestros padres y que a su vez también a ellos se lo
enseñaron, personas con buena intención pero con un total desconocimiento de las escrituras;
que los santos son esas figuras de yeso que están en las Iglesias o que para ser santo hay que
llevar una vida de mártir, pero estamos aquí para aprender y conseguir la verdad y tenemos que
estar dispuestos a encontrarnos con ella. El concepto Bíblico de Santidad es de algo o alguien
apartado para Dios y en primera instancia se refiere a un acto de la Divina soberanía de Dios,
en el cual en el mismo momento de nosotros dar el paso de fe y aceptar a Jesús como nuestro
salvador, él nos declara santos delante de su presencia esto no implica ninguna metamorfosis
en nuestra vida, o que sintamos algún tipo de manifestación sobrenatural sino que es un mérito
inmerecido que el Señor nos otorga por su divina voluntad, ejm. Cuando una persona es
nombrada caballero de la corte del rey, es una distinción que va a cambiar su vida sólo con
respecto a ese reino, él será el mismo sólo que ahora le corresponde hacer honor a la
envestidura con que ha sido distinguido, para honrar a aquel rey que a su vez le honró de esta
manera. En conclusión el Señor nos ha apartado de este mundo al cual pertenecíamos antes de
aceptar a Jesús, para que ahora seamos de él y hagamos las cosas que a él le agradan esto es
indispensable para tener una buena comunión con Dios. 2 Timoteo 2:20-21; “Pero en una
casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de
barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. Así que, si alguno se limpia de
estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda
buena obra.”
2).- Somos santificados por sacrificio de Cristo.
Como este es un concepto totalmente nuevo para quien esta comenzando a conocer la palabra
de Dios, trataremos de ampliar más sobre la santidad, no olvide que debe Ud. orar para que el
Señor le revele y le abra el entendimiento a las cosas de Dios. Como ya lo hemos explicado en
un capitulo anterior Dios por su naturaleza no puede compartir con el pecado, así que cuando
reconocemos a Jesús como nuestro salvador, el Señor primero nos limpia de todo pecado y
luego en ese mismo instante nos santifica, como ya hemos visto, dándonos o atribuyéndonos en
un acto de su suprema voluntad la santidad de Jesucristo, así es para los efectos de Dios, que
nada tienen que ver con lo que nosotros pensamos o sentimos. Nosotros que hemos creído en
Jesús, Dios Padre por gracia nos ha hecho tan santos como él, en el lenguaje Bíblico se expresa
que estamos “escondidos en Cristo” o sea estamos dentro de él y lo que él es, eso somos
nosotros también. Leamos el pasaje de Hebreos 10:10 “En esa voluntad somos santificados
mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.”
El abc de la Biblia
www.abcdelabiblia.com
Por: Fernando Regnault
15
3).- Somos llamados a ser Santos.
El Señor ha prometido que él nos perfeccionará desde el día que creímos hasta el día en que el
venga, es un proceso lento donde el Espíritu Santo obra en la vida de cada uno de nosotros y a
través de las situaciones de la vida el nos limpia cada día de las cosas que perturban nuestro
crecimiento espiritual. Nuestra perfección no es instantánea si no es un proceso que lleva su
tiempo en cada uno de nosotros, así que vamos a seguir cometiendo errores y equivocaciones
pero el Señor nos reargüirá de diferentes maneras para edificarnos cada día y doblaremos
nuestras rodillas para pedir perdón por ellos y rogar por fuerzas para no volverlos a cometer,
pero a pesar de esto nuestra posición delante del Dios no cambia pues mientras estemos
“escondidos” en Cristo luchando por ser fiel, Dios Padre no ve a través de Jesucristo y estar
“en Cristo” cubre sus exigencias para nosotros. Leamos este pasaje de 1 Corintios 1:2; “a la
iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos
con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de
ellos y nuestro:”
4).- Es la voluntad de Dios para nuestras vidas.
Otro aspecto de la santidad es la que nos atañe directamente a nosotros, pues ya que hemos
sido investidos de tal honra por el Señor nos corresponde a nosotros andar como es digno de
esa distinción y voluntariamente luchar para apartarnos de todas las cosas de este mundo que
ofenden al Señor, tenemos que corresponderle a Dios, por ese Don con que hemos sido
distinguidos, apartándonos de todas las impurezas de este mundo, ejm. juegos de azar, vicios
odios, rencores, venganzas, etc. Debemos orar a Dios para que él nos haga sentir las cosas que
hay en nosotros que no le agradan y vamos a tener una experiencia maravillosa al sentir en
nuestras vidas la dirección de Dios. 1Tesalonicenses 4:3-4 “pues la voluntad de Dios es
vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su
propia esposa en santidad y honor;”
5).- Es imprescindible para la salvación.
La actitud que asumamos ante esta exigencia de Dios, será trascendental ya que ella indicará lo
genuino de nuestro deseo de seguir a Jesús, quien dijo que la persona se conoce no por sus
palabras, sino por sus frutos, en otras palabras por sus hechos y son esos hechos los que le
indicarán a Dios si es sincera nuestra decisión de seguir a Jesús, hay un proverbio de Salomón
que dice: “ El perro vuelve a su vómito y la puerca lavada a revolcarse en el lodo” y puede
darse el caso de personas que después de haber dado el paso de fe son tentadas y por estar
descuidadas espiritualmente, caen nuevamente en todas las impurezas en las que vivían antes
de conocer a Jesús, a los tales debemos de tratar de rescatarlos con amor y así tratar de
restaurarlos espiritualmente, pues Dios es amplio en perdonar, pero en el caso contrario de no
poder restaurarlo en Cristo, debemos nosotros seguir adelante sabiendo que estamos en una
batalla espiritual y como en toda batalla algunos serán heridos, otros caerán y algunos
desertarán del frente o línea de combate y nos corresponde a nosotros seguir a Jesús porque él
ya tiene la victoria para nosotros, pues la ganó en la cruz del calvario.

No comments:

Post a Comment