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Wednesday, December 1, 2010

VIDA CRISTIANA EN SANTIDAD


VIDA CRISTIANA EN SANTIDAD
La santidad es una práctica para acercarnos a Dios y alejarnos de las
tinieblas del mundo.
1. La Santidad es un proceso en la vida cristiana, cuando nosotros aceptamos el plan de la salvación según Hch. 2:38; Jn. 3:5; Hch. 4:12, empezamos un viaje al reino de los cielos. Empezamos a santificar nuestra vida. La santidad es parte de la salvación He. 12:14; cuando somos salvos es porque Dios mismo toca nuestro corazón, y nos da este sentir de cambiar nuestra forma de vivir. (2 Co. 5:17; 1 Pe. 1:14).
a. Santidad: es una vida diferente, separados de toda contaminación que pueda dañar o destruir nuestra salvación. (2 Ti. 1:9).
b. Dios deseaba que su pueblo Israel fuera santo (Lv. 19:1,2; 20:7; Is. 62:12; Os. 4:6), a Israel le faltó conocimiento porque lo desechó, y Dios los desechó.
c. Ahora nosotros somos su pueblo el nos llama a la santidad (1 Co. 6:17,18; 7:1; 1 Pe. 1:15-16), si somos cristianos significa que somos como Cristo, seguidores de El, tenemos que entender que El es santo (Is. 57:15).
d. ¿Qué es lo que nos hace cambiar? El Espíritu Santo, ya no seguimos más la dirección de las influencias malas del mundo, sino que decidimos renunciar a las inmoralidades que el mundo ofrece, porque vamos rumbo al cielo, para que ministremos bien la santidad (Ro. 15:16; Ef. 4:22-24; 1 Ts. 4:7).
2. La santidad es la forma en que podemos demostrar que somos
un pueblo separado, unidos con Jesucristo.
a. Hablemos siempre la verdad (Ef. 4:25).
b. Cuide sus palabras (Ef. 4:29-31).
c. Deje de murmurar y de quejarse, de difamar a su pastor, a sus líderes y a su hermano (Nm. 14:27-29, Ex. 16:8; Tit. 3:2-5).
Cuide la Forma de Vestir (Ro. 13:14).
1. Dios vistió a Adán y a Eva. (Gn 3:21)
2. No toda la ropa es aceptable ante los ojos de Dios. Ellos se vistieron con hojas de higuera, pero Dios los vistió con pieles de animales, todo lo que el hombre piensa que está bien ante los ojos de Dios, no lo es (Is. 55:8-9)
3. Dios instruyó a Moisés en la forma de vestir a Aarón y sus hijos
(Lv. 8)
4. Instruyó a las mujeres y a los hombres sobre su vestuario. (Dt.
22:5), “…no vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre
ropa de mujer…”
¿Importa Nuestra Manera de Vestir? (Col. 3:12)
1. Nuestra forma de vestir representa quienes somos: Hijas de
Dios, Linaje escogido, real sacerdocio (1 P. 2:9; Ex. 19:5-6)
2. Cuando la mujer se viste y se coloca en frente del espejo, debe
preguntarse a sí misma: “¿Estoy vestida para la gloria del Señor,
o sólo para llamar la atención?
Con Modestia (1 Ti. 2:9-10)
Cuando escogemos la ropa debemos pensar: ¿Es suficiente Larga mi falda o vestido para que cuando esté sentada no esté mostrando mi cuerpo más de lo que debo? ¿Es transparente mi falda o mi blusa que esté mostrando lo que le pertenece al Señor Jesucristo o al esposo (1 Co. 7:34)? ¿Mi blusa tiene un cuello escotado y una manga suficiente honesta que no afecte la santidad de Dios y la conciencia de mi hermano?
Vistámonos con moderación (Fil. 4:5), recuerda hermana que la ropa apretada, o forrada demasiado en el cuerpo, mangas cortitas, faldas a la rodilla, aberturas en las faldas o vestidos que pasen de la rodilla, no son ejemplo de modestia, no es ropa decorosa de un pueblo que ha experimentado la salvación (Tit. 2:11-15).
Cuidado damas y jovencitas con la forma de vestir, cuide su apariencia bonita y clásica, cuide la forma de sentarse frente a otra persona, mucho más en la iglesia que es el lugar donde nos congregamos para adorar a nuestro rey Jesús, dueño y Señor de nuestras vidas (1Co. 6:19-20).
La mujer cristiana debe ser la mujer más bonita en el mundo con un espíritu humilde de obediencia a la palabra de Dios, Él es el que le da gracia a los que le obedecen (Pv. 3:1-4; 31:30).
Cuando vaya de compras, vaya con Jesús: muchas mujeres del mundo van a querer tener lo nosotras tenemos, porque somos la creación más bella, porque no ven maquillaje en nosotras. La gente ve la gracia de Dios, nos muestran un punto de vista mundano, el cual no debemos seguir (Ro. 12:2). Cuando la palabra de Dios habla de una mujer maquillada, habla de la mujer caída en el pecado (2 R. 9:30- 37; 1 Jn. 2:15-17), habla de Jezabel.
El intento constante de Satanás es lograr la falta de santidad en las cristianas, el sabe que cuando nos falta la santidad, provoca en nosotras un deseo de imitar al mundo en todas sus modas y estilos inmorales para que los creamos y los aceptemos. Cuidemos la santidad de Dios que viene pronto (1 Ts. 5:23).

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